Joaquín "El Chapo"
Guzmán y Pablo Escobar parece tener mucho en común. Uno marcó a sangre y fuego
la historia de su país en las décadas finales del siglo XX. El otro se
convirtió en el narcotraficante más buscado de inicios del XXI.
Por azares del destino y el
periodismo, me ha tocado estar -con más de dos décadas de diferencia- en los
países y momentos donde ambos capos fueron capturados: en Colombia en junio de
1991 (y diciembre de 1993) y ahora en México, en febrero de 2014.
Y es como si la historia girara
sobre sí misma. Tanto en la entrega y - dos años medio después- en la muerte de
Pablo Escobar, como ahora en la detención de Joaquín "El Chapo"
Guzmán se repite la marejada de adrenalina, la carrera por confirmar la
noticia, la búsqueda de la foto -o ahora el video- que le diera la impronta de
verdad definitiva al hecho.
Los vítores de los gobernantes,
las felicitaciones de Estados Unidos...
Pero también la sensación de que
la historia no termina de girar aquí. Que en algún momento, en otro lugar,
volveré a vivirla.
A fondo: la captura de "El
Chapo" Guzmán
Vidas paralelas
Las similitudes entre Pablo
Escobar y "el Chapo" Guzmán son muchas. Ambos se convirtieron en
líderes de enormes organizaciones delictivas gracias a su inteligencia,
ambición y crueldad desmedidas.
Pero también fueron herederos,
parte de una cadena.
En su libro, "La parábola de
Pablo", el periodista colombiano Alonso Salazar relata cómo, en los años
70, un joven Pablo Escobar se convirtió en el guardaespaldas de Alfredo
González, un contrabandista antioqueño a gran escala, a quien se conocía como
"El Padrino". Así conoció las rutas de contrabando y los intríngulis
del bajo mundo, que le serían indispensables después.
Igualmente, "El Chapo"
Guzmán aprendió su oficio en los años '80 al lado de Miguel Ángel Félix
Gallardo, el "Jefe de Jefes", líder del cartel de Guadalajara y quien
en esa década llegó a controlar casi todo el contrabando de drogas desde México
hacia Estados Unidos.
Gallardo Félix fue detenido en
1989 por el asesinato del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena.
Según cuenta el periodista mexicano Ricardo Ravelo en su libro "Los capos,
las narco-rutas de México", ese mismo año, desde prisión, el Jefe de Jefes
decidió dividir su imperio: rutas, territorios, todo fue repartido.
Pablo Escobar finales del siglo XX.
Me parece muy interesante la comparación de estos personajes que lo mas notable que tienen en un común es su gran influencia que tuvieron y tienen en el crimen organizado.
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